sábado, 8 de febrero de 2014

BIENVENIDO A EMPRENDER PARA TODOS







El gran cambio que trajo el microprocesador, a través del computador portátil y el teléfono inteligente, fue la forma en que los seres humanos nos transferimos experiencia e información. 

Pasamos de una tipo de relación vertical donde alguien decía y muchos recibían, a una cultura donde muchos emiten y reciben simultáneamente. Con esto la verticalidad fue sustituida por la horizontalidad. 

El conocimiento, que era caro y lejano, se hizo cercano y gratis.


En este nuevo escenario, las habilidades emprendedoras funcionan mejor para sobrevivir: equipo, flexibilidad, aprendizaje permanente, cercanía con lo clientes, comunicación persuasiva, responsabilidad por los resultados, y pasión por lo que se entrega. Si lo piensa bien, los emprendedores han tenido desde siempre las mismas habilidades, sólo que en tiempos de cambio esas habilidades son mas útiles.


Por otra parte, cuando hay un cambio de tecnología, los emprendedores tienen la oportunidad de saltarse barreras de entrada. Ya habíamos dado cuenta de ello con las tecnologías móviles. Porque los grandes, aun cuando tienen más recursos, son menos flexibles para responder al entorno cambiante.


Como toda revolución, los que antes tenían el poder se ven sobrepasados por nuevas demandas. Sus ventajas históricas ya no son tan útiles. Los negocios pequeños no está atrapados por la inercia organizacional derivada del éxito histórico.


Y todos estos cambios en lo macro inevitablemente provoca cambios en el micro, con lo cual cada uno de nosotros necesitamos hacer nuestro pequeño-gran cambio para adaptarnos a las nuevas condiciones sociales y económicas. En uno de los post anteriores comentaba que, como consecuencia de la Revolución Tecnológica, estaba naciendo una nueva clase social, que es la clase emprendedora, que está creciendo de forma vertiginosa por la migración de personas desde la clase trabajadora. 
Así que, si eres uno de esos emigrantes laborales, necesitas experimentar la metamorfosis del emprendedor.


¿Quieres pasar de empleado a emprendedor, bien por propia voluntad o bien por necesidad, y no sabes cómo? Lo primero que te sugiero que hagas es que rompas algunos mitos y que cuestiones algunas de las ideas preconcebidas que te rondan la cabeza. 

Pues mientras construimos nuestro futuro como la nueva clase emprendedora, no podemos obviar nuestro pasado, y es que la mayoría de las personas hemos sido educadas para encontrar un trabajo por padres y maestros pertenecientes a la clase trabajadora. Por lo tanto, estamos programados con unos paradigmas y un sistema de ideas o creencias que determinan nuestras decisiones. Y no solo eso, también nos han inculcado una serie de valores, como la seguridad de un empleo, que nos condicionan. 
Algunos de esos mitos o creencias que quizás te estén limitando a la hora de dar el paso para emprender son:


Necesito un trabajo fijo para mantenerme a mí y a mi familia.


Todos los empresarios son unos explotadores.
Para tener un negocio propio necesito una gran inversión y buenos contactos.
Sólo las personas muy especiales con una gran creatividad pueden crear una empresa.
Para ser mi propio jefe necesito experiencia.
Necesito que alguien me diga lo que tengo que hacer.
No soy lo suficientemente bueno para tener mi propio negocio.
No me gusta vender.
No sirvo para mandar.
Soy demasiado tímido/a y no sé comunicarme bien.


Con la profundidad del cambio, nuevos actores entran al escenario. Los que adquieren rápido las habilidades técnicas y sociales demandadas en el nuevo paradigma se ganan un lugar en el mercado. 

Un motivo más para plantearse el reto de ser emprendedor en un mundo que ya cambió.




Sin demoras, PONETE EN MARCHA !!!